Te mereces

 Te mereces un arquitecto de sueños, un ingeniero de orgasmos, un catedrático en emociones. Un bombero de penas, un policía del miedo, un profesor de la vida. Te mereces un médico que cicatrice tus heridas, un enfermero que te inyecte felicidad.


Te mereces un amor sencillo, pero extraordinario. De los que no dejan lugar a duda, de los que te motivan a querer cada día más y mejor. De los que no te caben en el pecho, pero para los que siempre hay hueco.

Te mereces sonrisas, lágrimas. Que te estremezcan con un simple mensaje. Pero que incluso el silencio sea conmovedor.
Te mereces ese tipo de amor que te baja las estrellas, la luna, pero también las penas. Que te sube la autoestima, te sube al cielo. Sin escaleras, sin peajes, sin escalas.

Te mereces que te hablen de sueños, de promesas, de futuro. Te mereces facilitadores de felicidad.

Te mereces que tu realidad supere a la ficción; que todo fluya, y nada influya. Te mereces ese tipo de amor que siempre has soñado. Te mereces un amor con mayúsculas.

Y si todavía no lo has encontrado, recuerda que te lo mereces. El camino no será fácil, pero te aseguro que valdrá la pena.

Un justo intercambio

Por un beso tuyo daría
diez cartas de amor sincero,
nueve atardeceres bajo el sol,
ocho rosas de rojo intenso,
siete viajes al fin del mundo,
seis momentos de compañía frente al dolor,
cinco noches de placer,
cuatro anillos de oro,
tres fotos de felicidad,
dos caricias y
una eternidad.